1. Apaga el motor y deja enfriar
Nunca trabajes sobre el sistema de refrigeración en caliente. Espera al menos 30-60 minutos tras apagar el coche.
2. Drena el refrigerante
Coloca la bandeja debajo del radiador. Abre el tapón de vaciado o desconecta la manguera inferior y deja que el líquido se vacíe completamente.
3. Desconecta las mangueras y sensores
Suelta las abrazaderas y retira las mangueras del radiador. Desconecta cualquier sensor de temperatura o ventilador eléctrico que esté acoplado.
4. Retira el radiador antiguo
Suelta los soportes que lo fijan al chasis del vehículo. Con cuidado, extrae el radiador sin dañar otros componentes.
5. Instala el nuevo radiador
Coloca el nuevo radiador en su sitio. Asegúrate de que encaje perfectamente. Conecta las mangueras y sensores en sus posiciones originales.
6. Rellena con refrigerante nuevo
Vierte refrigerante hasta el nivel indicado. Utiliza una mezcla adecuada (refrigerante + agua destilada si es necesario).
7. Purgado del sistema
Arranca el coche con el tapón abierto y deja que funcione hasta alcanzar la temperatura normal. Esto permite que el aire atrapado salga. Añade más refrigerante si baja el nivel.
8. Revisa posibles fugas
Apaga el motor y observa si hay goteos o pérdidas por las conexiones.
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